sábado, 7 de noviembre de 2015

PROACTIVIDAD DESECHABLE

Todos los días lo veo. Activistas, ambientalistas, ecologistas y zoofílicos. Aman al toro, protegen al toro, al tucán, al oso polar, a la ballena del índico, el rinoceronte en sus diversas especies a la foca. Mujeres de mediana edad salen en defensa del roble, el cedro y el ciprés.

Jóvenes entusiastas defienden al orangután al pingüino de madagascar y al canguro australiano. La lista roja es grande hay mucho hilo donde tejer, muchos motivos que justifican una vida hueca la mayoría de veces sin objetivos claros.

Me pregunto en la introspección si esas mismas personas razonan lo que consumen y compran todos los días, pues los recursos renovables y no renovables se extraen de la naturaleza y sus derivados. Los árboles los animales las fuentes naturales son la materia prima de sus zapatos, sus hamburguesas, sus dispositivos, sus bebidas, sus lujos.

Es sublime cuidar la flora y la fauna, pero hay que saber en donde estamos parados y en que dirección lo hacemos.

Antes de amar al toro: esposas amen a sus esposos, antes de proteger al árbol, jóvenes protejan al huérfano. Y antes de luchar por la foca, amigos luchen por el desprotegido, la viuda y el extranjero.