Del libro Sabiduría de Dios es Locura de Hombre.
Por Sir Mario Bacar.
Amanece, amanece en el planeta tierra, es algo material,
¿dónde más amanece? , también en el espíritu del hombre, todas las ideas se
renuevan cada mañana, incluso he llegado a pensar que el mismo amor de Dios por
los seres vivos e inertes se renueva. Hay rocío en las flores, hay paz en el
ambiente, se van los terrores nocturnos de los espíritus agobiados, los pájaros
cantan, los insectos danzan, todas las partículas suspendidas en el aire están contentas, ¿qué sucederá en otros planos celestiales?, quizá
los ángeles alaban sin césar a Dios.
El hombre siente confianza, siente energía, se renueva la
fé, un impulso inexplicable te motiva a dar gracias por todo, algunos al aire,
otros al cielo, cada quien en su filia, pero yo, yo creo que sigue siendo el
Dios hebreo, Yavé Sabaot.
El amanecer es solo un fenómeno astrofísico, es la vuelta
del sol consecuente del movimiento de rotación de la tierra, pero cada día es
una oportunidad de redimirnos en todas las cosas indeseables que hicimos el día
previo, o los días previos, porque así lo quiere Dios. El amanecer trae un
sentimiento hermoso de renovación, los colores en el cielo son implacables,
bellos, la luz del sol aún tenue parece
más una caricia de un ángel, en fin, en todo el planeta hay una bendición
profunda y un sentimiento de bondad. El amanecer Dios lo ha hecho como la niñez
del día, tierno, inocente, suave. Pues Dios ha reflejado todas las cosas unas
en otras. Así como Jesucristo antes de venir plasmó mil imágenes comparativas
en las letras más antiguas, él se veía reflejado en el pasado a lo que sería su
futuro, el día refleja todo el giro del hombre, y cuando amanece estamos en la
etapa inicial de la niñez espiritual diaria, porque un día es como un ciclo, de
errores y bendiciones, de buenas obras y pecados. Es por eso que es el momento
perfecto para anclarnos a ese nicho espiritual y bendecir a Dios con todo el
corazón, con toda el alma, aplicar el primer mandamiento que nos fue dado, al
primer momento del día. Todo cuadra , todo concuerda, lo primero con lo
primero. Dios tiene una manera de hacer las cosas tan profunda que solo podemos
percibir reflejos fugaces de lo que es y será. Todas las criaturas y no solo el
hombre, estoy seguro que disfrutan el amanecer. Los presos en la cárcel, los
pobres con hambre que tienen esperanza, los que sufren y lloran cada día, los
enfermos, todos, disfrutan y son bendecidos en el amanecer de Dios. Es
increíble, es sublime y majestuoso su nivel de hermosura y bondad cuando
amanece. Si bendices a Dios en ese momento jamás estarás errado y como un niño
inocente serás escuchado por el Santo de Israel.