martes, 24 de mayo de 2016

LA OBESIDAD EN MÉXICO COMO LA PRINCIPAL COMORBILIDAD DEL PRESENTE SIGLO


Mayo del 2016.

La obesidad en nuestro siglo actual representa una de las comorbilidades más a tener en cuenta en todo el mundo, existen más de 500 millones de obesos en todo el mundo según datos específicos de la OMS y en nuestro país se calcula que hay más de 50 millones de obesos.
En medicina se define la obesidad como el cálculo del índice de masa corporal de un individuo por medio de una fórmula matemática y que arroja un resultado superior a 29.9 Kg/ m2. Por lo que a la obesidad le antecede el sobrepeso que si lo tenemos en cuenta el número de mexicanos aumentaría considerablemente pues el sobrepeso es tan incidente o más que la obesidad.
La obesidad es a mi parecer uno de los grandes males en el rubro de la salud, del presente siglo. Junto con el consumo de drogas y las enfermedades degenerativas crónicas como la diabetes mellitus, abarcan un gran espectro de causa y riesgo para la generación de complicaciones en todos los ámbitos de salud de una persona. En México la Obesidad es una comorbilidad que ha ido en aumento  a través de los años, pues cada década ha aumentado el número de obesos en el país, solo basta decir que según datos de las organizaciones internacionales de la salud en México ocupamos el primer lugar en Obesidad en el Mundo. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, el 71,3% de los adultos mexicanos tienen sobrepeso y obesidad, al igual que la tercera parte de niños y adolescentes.
Pero ¿por qué decimos que es tan perjudicial para la salud la obesidad?, en realidad el exceso de tejido adiposo en el cuerpo y el acúmulo de calorías que no se utilizan predisponen a las personas a desarrollar otras enfermedades mortales como hipertensión, infartos al miocardio, el desarrollo de las resistencias a la insulina y el debut de diabetes entre muchas otras patologías dañinas y perjudiciales a la salud.
Todas las enfermedades que se desarrollan con más facilidad en las personas obesas son potencialmente complicables y generan un gasto económico a las instituciones de salud y un desgaste inmenso a la estabilidad de las familias en nuestra comunidad , pues una enfermedad como la diabetes, cuyo primer paso para desarrollarla en la gran mayoría de los casos es estar obeso, el tener una diabetes genera un gasto en medicamentos, estar expuesto a  una posible complicación posterior como ceguera, daño renal, amputaciones de miembros pélvicos, etc., yno podemos pasar por alto el daño emocional y la inestabilidad que esto genera en las familias de quienes lo padecen.
Pero ¿por qué existe tanto obesidad en el mundo y específicamente en México?, la respuesta está a la mano, la clave de todo este problema, el núcleo elemental es la alimentación.
Definitivamente es la alimentación inadecuada y el exceso en el consumo de calorías lo que tiene al país el tope epidemiológico de la obesidad. Nosotros heredamos la genética de las culturas mesoamericanas por la constitución física y el fenotipo , con un genotipo afín a la alimentación de vegetales, maíz, chile, calabaza, frutas y hortalizas. En los últimos siglos el repunte de la industria y más en las últimas décadas la industrialización de la comida y los procesamientos de fin rápido han puesto al alcance de todos alimentos con alto contenido energético sin valores nutricionales.
México es uno de los más altos consumidores de refrescos en el mundo, también es un país donde los jóvenes y adultos consumen de manera regular comida chatarra como galletas y frituras, las cuales contienen altos contenidos energéticos y nulos contenidos nutricionales. La exposición a una inmensa cantidad de comida rápida como hamburguesas, frituras, comidas a base de harina, tortas con alto contenido de grasas animales insaturadas y los paquetes express de comida en las tiendas de autoservicio, ha pegado duro en la genética del Mexicano, sin darse cuenta que debido a la modificación milenaria de la alimentación el mexicano ha desarrollado intolerancia a los carbohidratos, aumento de peso y enfermedades metabólicas consecuenciales.
Todo esto se conjuga con una falta de educación nutricional bastante amplia. De acuerdo con el gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), en el país existe un promedio de 2,4 especialistas en nutrición por cada mil habitantes, un número bajo para la dimensión de la epidemia, advierten especialistas.
No existen programas efectivos para la prevención de la obesidad y el sobrepeso y en general la gente está muy mal informada sobre los altos riesgos que conlleva a una persona tener obesidad. Eso sin comentar los efectos en el autoestima, la apariencia, la seguridad personal, que en un plano más extenso modifican la conducta de los individuos para su desempeño en las labores diarias, en el rendimiento de las empresas y los lugares que trabajan, por que , es más productivo para cualquier empresa el tener trabajadores sin obesidad, ya que estos se desempeñan mejor y con una más alta seguridad laboral, según lo indican los estudios más recientes al respecto.
Las instituciones de salud en México tienen un enorme desafío para iniciar la cultura de consumo alimenticio en la población, sin distinción, pues la obesidad y el sobrepeso en México es una comorbilidad que afecta por igual a todas las clases sociales. Se deben promover más los deportes y financiar más las competencias deportivas, lograr cubrir más el mercado de frutas y verduras al alcance de todos los individuos y notificar por medio de una educación efectiva los beneficios en el consumo de los alimentos naturales, los riesgos de consumir demasiado producto animal, trigos harinas y maíz.

En general podríamos decir que podemos consumir de todo de manera equilibrada, pero los excesos de la alimentación y la falta de ejercicio es lo que lleva a las personas al desarrollo de obesidad. Falta educación en el país sobre qué consumir y cómo consumirlo. Aún tenemos muchos desafíos en el presente siglo, pues la obesidad es hoy por hoy en nuestro país el principal factor de riesgo en jóvenes adolescentes y adultos para el desarrollo de otras enfermedades potencialmente mortales.